martes, 3 de diciembre de 2013

Gracias por todo, Mel.

   Sirvan estas líneas como el modesto homenaje que este humilde Bético puede hacerte. Solo puedo darte las gracias por todas las cosas buenas que le has dado a este Club en estos cuatro años. Y es que tus lágrimas en el momento de tu despedida lo dicen todo.

   Como alguien que se vá y no te haces a la idea de su repentina marcha, así nos quedamos todos los Béticos. Nadie pensaba que te fueras tan pronto, y a estas alturas de la temporada, y sobre todo, tras un desafortunado empate en el descuento del partido (cosas del fútbol al fin y al cabo).

  Pero hay quién tomando la medida fácil, en lugar de irse él, ha hecho lo más que se tenía a mano, que es despedir al entrenador, utilizándote como "cabeza de turco", ya que es más fácil despedir al entrenador que a veintidós jugadores (más de uno sobra en esta plantilla y ha venido con unas vacaciones pagadas). Y es que muy al contrario que se suele hacer en la Premier League, aquí se es más aficionado a la guillotina y a cortar la cabeza del entrenador cuando a veces influyen más factores que el que dirige desde el banquillo.

   Cierto es que ya no se te veía con las mismas ganas de antes, con el mismo ímpetu con el que arengabas a los jugadores desde la banda, aquellas charlas motivadoras que todos sabíamos que se daban de puertas para adentro del vestuario para "enchufar" a los jugadores, o la manera de "meter en cintura" a algunos jugadores, que como en todos lados, "cuecen habas".

  Ya por último, se te veía desmotivado, desganado, sabiendo que los mimbres que tenías no eran lo más idóneos para hacer lo mejor que tú querías de este equipo, pero que aún así, apelarías una vez a la heroica, y a sacar el máximo partido de una plantilla muy corta, pero como buen Bético, no dejas de tener fé en tu equipo, porque si los Béticos no tenemos fé en el Betis nadie la tiene.

   Y es que a veces aplicar los sentimientos del fútbol y la pasión por un equipo a la hora de dirigir un equipo o gobernarlo no tienen nada que ver con la racionalidad y con la razón. Como buen Bético, repito, creíste en este equipo más y mejor que nadie, pero quiénes debían de darte los mimbres adecuados fallaron en su cometido, las lesiones se complicaron más de la cuenta, la apatía se apoderó de gran parte del vestuario, y todo eso te contagió. Ya no se te veía como estas temporadas anteriores, y ya por último, como en más de unpartido, cuando te tocaba mover ficha y sacar a jugadores desde el banquillo, mirabas hacia atrás con gesto como diciendo, "¿a quién saco ahora?". Y el resultado todo lo sabemos.

   Igual no te planteabas estos días atrás que pasaría el 30 de junio, y que lo único que tendrías en mente era salvar al equipo. Y viendo tal como esta el plan, igual el 30 de junio te hubieras marchado aburrido de tantas y tantas cosas que venían desde la planta noble del Benito Villamarín. Solo tu Beticismo te hubiera retenido en este equipo.

   Solo mostrar mi desacuerdo contigo en el cambio de esquema que has hecho esta temporada, que de haber jugado todas estas temporadas con un 4-4-2 pasaste a un 4-5-1 que sólo hacía entorpecer la circulación del balón y apenas se llegaba a la portería para hacer ocasiones claras de gol. De acuerdo que la lesión de Rubén Castro te ha trascotado muchos los planes, pero no hacía falta tampoco que te fustigases colocando a jugadores que no valen para este equipo, u otros jugadores que son muy aprovechables, pero no en el lugar que jugaban.

   La vida sigue, y ahora ya hay otro entrenador que ocupa tu lugar, el que hace pocos días ocupabas tú, y como tu dijiste en el momento de tu despedida, intentaremos darle el mismo cariño que te dimos a tí en todo este tiempo. Solo esperemos que aquellos jugadores que bien no han podido o no han querido dar el callo lo den ahora, que saquen al equipo de esta situación, y que den todo lo que tienen para evitar lo que para este equipo sería una catástrofe, que sería bajar a Segunda. Si de verdad les importa este Club y esta Afición que sabiendo de la escasa calidad de algunos los ha acogido como megacracks, ya saben lo que tienen que hacer.

  Donde quieras que vayas, desearte la mejor de las suertes, aquella que ciertas personas en el Betis no te han dejado tener dándote una "puñalada trapera" por la espalda. Gracias por sacarnos de jugar en El Toralín o de Montilivi para jugar en el Camp Nou, el Bernabéu o el Stade Gerland. Gracias por todo, y ni que decirte que estamos seguros que algún día, ojalá no muy lejano, regreses adonde de verdad se te quiere, porque eres uno de los nuestros.

   HASTA PRONTO, MISTER.

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