
Cuando las cosas van bien, es muy fácil sacar pecho, pero cuando las cosas no van tan bien, lo que suele pasar es que cada uno se eche las culpas al otro.
En una empresa, en una organización, o en una entidad, como funciona el Real Betis Balompié o cualquier otro club de fútbol, cada uno tiene su responsabilidad y su parte de responsabilidad, y también su parte de culpa, que cada cuál tiene que asumir cuando las cosas no marchan bien, dar las pertinentes explicaciones, buscar soluciones, y si por último no se consigue el objetivo, que la persona encargada de dicha sección, o bien dimita, o bien sea despedido.
Creo que es lo que suele suceder con cada trabajador de a pié, como nos pasaría a cualquier trabajador modesto, que si no cumplimos con nuestra parte, asumimos nuestro despido en caso de no cumplir con nuestro objetivo laboral.
Y en el Betis no se debería de ser menos. Quiero repasar cada estamento y cada error que se ha podido ver en este tiempo que llevamos de temporada.
SECRETARÍA TÉCNICA: La principal parte culpable de la mala situación de esta temporada, sin duda. Una falta de planificación total, unido a un montón de fichajes, que se podrían haber reducido en una menor llegada de futbolistas y más efectivos, en vez de diversificar tantos jugadores, que apenas han aportado nada.
En lugar de dos porteros, podría haber llegado uno de garantías más contrastado, y para suplente, el portero del filial o de una categoría inferior. Y así, con jugadores cuya aportación ha sido nula, ejemplo de Didac (quién ha venido lesionado y roto) o Braian.
Desde la Secretaría Técnica se manifestará que no le dan más dinero para fichar, y lo cierto, es que con menos dinero, hay equipos que fichan más y mejor que nosotros.
DIRECTIVA: Puedo entender que los actuales dirigentes estén colocados por el Juzgado para regularizar al Betis, y que su cometido sea dejar las cuentas del Betis lo más llenas posibles, pero no a costa de jugar con fuego, con una inversión y mínima y que ello conlleve al equipo descender el equipo a Segunda, dejando a un lado la inversión de jugadores.
Las cifras de inversión de la pasada temporada a ésta no creo que varíen mucho, con la diferencia de que esta temporada se juegan más competiciones que la anterior, con lo cuál lleva más desgaste, y por tanto, hacen falta jugadores de más garantías. No siempre vá a salir bien la opción de invertir poco y conseguir buenos resultados.
En la directiva dirán que ellos no son los que juegan al fútbol, lo cierto es que ellos son los que deben de surtir a la Secretaría Técnica de garantías económicas para poder fichar.
Y de ser cierto que el dinero de ventas anteriores como las de Emaná y Beñat se encuentran en un banco a plazo fijo para que produca beneficios, me parece algo digno de reproche. En primer lugar, porque los bancos están quizás en la época de la historia reciente que menos dinero dan por rendimientos, (igual se ha conseguido un interés altísimo, no sé). Y en segundo lugar, ese dinero no está disponible para las maltrechas arcas verdiblancas, en unos momentos como los de ahora en que ese dinero debe de estar totalmente disponible para la entidad, ya que si ahora se quiere recuperar ese dinero, cosa que hace falta, conlleva unos costes elevados para el Club, que harían que el beneficio que se ha tenido por tener ese dinero ingresado sea nulo, o igual negativo. No soy economista, pero a veces la mejor inversión es no invertir, y tener la mayor parte del dinero disponible. Las inversiones se hacen con el sobrante, no con el disponible.
ENTRENADOR Y CUERPO TÉCNICO: La sección que más defensa recibe por parte del Beticismo, cosa lógica, por parte de un entrenador que ha hecho muy bien las cosas en estos años, pero que cada vez tiene menos crédito.
Siempre amante del hermetismo, estoy seguro que Pepe Mel querrá que los problemas del vestuario no salgan al exterior, aunque yo creo que el vestuario no están con el entrenador, algún problema interno debe de haber, y eso se traduce en el terreno de juego. Es más fácil despedir al entrenador que a 22 jugadores (yo echaría a media plantilla), y en el fútbol es una regla tan cierta como cruel. Los jugadores no dejan de cobrar, ganen o pierdan, y si quieren ver al entrenador en la calle, la solución es bien fácil para ellos.
En otras épocas, los experimentos de Pepe Mel salieron muy bien, pero no siempre dan resultado. Ahora, el mister no termina con dar con la tecla del equipo, o igual no quiere, porque cierto es que no ha repetido alineación ni un solo partido seguido, y es que las sanciones o lesiones deben de dar entrada a jugadores suplentes, pero para ello hay que conformar un equipo base, una columna vertebral, y a partir de ahí realizar cambios conforme se vayan dando las circunstancias.
A todo ello viene el cambio de sistema. De haber jugado con un 4-4-2 desde que llegó al Betis, ahora se dispone de un 4-5-1, que ni mejora defensivamente, y hace que entre el centro del campo y la delantera haya un abismo y que apenas el Betis anote un gol. La línea de creación suele ser un tropel de jugadores en el que nadie sabe cuál es su misión, y donde Verdú, el fichaje "estrella", tiene que bajar de manera constante a recibir balones y ayudar en el centro del campo. Ni se juega al contragolpe, ni se cuenta con firmeza defensiva, ni nada por el estilo que diera al equipo la consistencia que ha tenido el equipo en temporadas atrás, cuando el bloque no suele distar mucho del que viene jugando desde que ascendimos a Primera.
Juanfran sigue jugando en el lateral derecho a pesar de que tiene cualidades y su puesto natural es de extremo. Juan Carlos, empeño personal de Mel este verano, y propenso a las lesiones, tiene 25-30 minutos de fútbol, Chica mantiene la cruz que el mister le hizo tras su expulsión ante el Levante, y así un sinfín de cosas.
Si a eso le añadimos la escasa capacidad de motivación que posee el entrenador del Betis, y que en otras épocas fue una de sus mejores bazas, hace que el equipo sea un zombie en el centro del campo, sin alma, sin corazón, sin cabeza, sin nada.
No quiero dejar tampoco un apartado muy claro para este Betis, que es la preparación física. Muy pocos entrenadores han trabajado tanto el plano físico como Serra Ferrer o Antonio Tapia, y sin embargo, ambos acabaron, a mi entender, con un boicot hecho por parte del vestuario. ¿Quizás haya en nuestro vestuario, en diferentes épocas, jugadores muy "señoritos"?, ¿o es que Pepe Mel prefiere no "darles caña" para que no le hagan el boicot a él también?.
Puedo poner un ejemplo, y es el actual Atlético de Madrid. La llegada del actual entrenador, Diego Simeone, se produjo tras la destitución de Gregorio Manzano, un entrenador cuya visión del fútbol es mucho más comedida que la del entrenador argentino, sin apenas motivación ni trabajo físico. Diego Simeone llegó con un vestuario decaído,(tras ganar el Betis 0-2 en el Calderón), y tras quitar a jugadores que no le aportaban nada al equipo (caso de Reyes), trabajó muchísimo en la capacidad de motivación, en el plano físico y en la intensidad de los partidos. El Atlético de Madrid es un equipo totalmente diferente, ganando hasta títulos y jugando la Champions League.
Es curioso, porque el Betis no tiene jugadores más malos que los del club colchonero. Sin embargo, los jugadores rojiblancos son capaces de salir dando mordiscos al rival, desde el calentamiento previo al partido salen a mil por hora (por mediación de su preparador físico), y unos jugadores que a buen seguro ninguno optará al Balón de Oro, pero que los once que salen al terreno de juego, juegan de maravilla y de memoria como un solo bloque.

El método del actual entrenador colchonero sería un buen ejemplo a llevar a cabo por Pepe Mel, siempre que tuviera jugadores que estuvieran dispuestos a asumir y llevar a cabo el trabajo físico.
Yo espero que Pepe Mel sea el entrenador del Real Betis por muchos años, aunque repito, los resultados son los que mandan. Los miembros del cuerpo técnico dirán que la pelota no entra, pero por desgracia, el fútbol no deja de ser un deporte tan bello y tan cruel al mismo tiempo.
JUGADORES: Otra parte también tan culpable como el resto. Quizás haya jugadores que no puedan dar más de sí, pero una cosa es muy clara, y es la actitud. Los jugadores del Elche, Levante o Celta no creo que sean tampoco mejores que los nuestros, pero si no tienen más calidad, las ganas y la actitud muchas veces hacen más que otras cosas.
Que nunca se les olvide, de que los responsables directos son ELLOS. Las ganas, el esfuerzo, el tesón y sobre todo, la actitud, deben de estar presentes en cada partido, aún yendo por detrás del marcador. Los jugadores dirán que ellos más no pueden hacer, aunque yo creo que visto lo visto, se puede hacer más de lo que se ha hecho en muchos partidos.
Y es que ellos también son conscientes de que tienen junto a ellos a una Afición fiel y leal como muy pocas, y que necesitan muy poco para estar animándolos en cada partido, que saben recompensar con la mejor de las ovaciones el esfuerzo a pesar de la derrota. Muchos jugadores quisieran tener para sí la fidelidad de una Afición como la del Betis, y ya tan solo por ello, deberían de salir en cada partido como si la final de la Champions se tratase.
AFICIÓN: La parte que menos culpa tiene de todas. Lo único que se le puede exigir a la Afición del Betis es que anime más aún si cabe, que siga al pié del cañón como hasta ahora, que no deje de acudir al Benito Villamarín, que cada Bético, aunque sea ante el televisor, no deje de dar su aliento al Betis, y que demos un guantazo sin manos a aquellos que quieren hundirnos y vernos en Segunda. El primer gol tiene que venir por nuestra parte en todos los partidos.
Que cada uno en este Club asuma su responsabilidad para salir del último puesto, y que pongamos lo mejor de nosotros para que el Betis salga a muerte para ganar los tres puntos ante el Rayo. Es la verdadera final de la temporada, y no queda otra que ganarlo, y ahí estaremos los Béticos para meter el primer gol, y para ovacionar al equipo cuando abandonemos el farolillo rojo.